sábado, 20 de septiembre de 2014

ANTONIO RAMOS ROSA / antología breve en español

ANTONIO RAMOS ROSA

antología breve en español





«Quiero conocer mi desnudez y ser el azul de la presencia.
No soy la destrucción ciega ni la esperanza imposible.

Soy alguien que espera ser abierto por una palabra».








La mano fluye tan libre como la mirada. 
Aquí puedo estar seguro y leve en el silencio 
entre formas calmas, materias densas, raíces lentas, 
al fuego esparcido que se expande hacia el horizonte. 
En mi cuerpo se enciende una pequeña lámpara. 
Todo lo que yo diga son los labios de la tierra, 
el leve martillar de las lenguas de agua, 
las heridas de la sabia, el estallido de las costras,  
el murmullo del aire y del fuego sobre la tierra, 
el incesante alimento que recorre mi cuerpo.














un camino de palabras  (Traducción de Iván García)

Sin decir fuego – voy hacia él. Sin enunciar las piedras, sé que las piso – duramente, son piedras y no hierbas. El viento es fresco: sé que es viento, pero me sabe a fresco y viento a la vez. Todo lo que sé, ahí ya está, pero no están mis pasos ni mis brazos. Por eso camino, camino porque hay un intervalo entre todo y yo, y en ese intervalo, camino y descubro mi camino.

Pero entre mí y mis pasos hay también un intervalo: así que invento mis pasos y mi propio camino. Y con las palabras de viento y piedra, invento el viento y las piedras, camino un camino de palabras.

Camino un camino de palabras
(porque me dieron el sol)
y por ese camino me uno al sol
y por el sol me uno a mí

Y porque la noche no tiene límites
expando el día y me hago día
y me hago sol porque el sol existe

Pero la noche existe
y la palabra lo sabe.









Aprehender con las palabras la substancia más nocturna


Aprehender con las palabras la substancia más nocturna


es igual que poblar el desierto


con la misma sustancia del desierto


Hay que volver atrás y vivir la sombra


mientras la palabra no existe


o mientras es un pozo o un coágulo del tiempo


o un cántaro vuelto hacia su propia sed.


Tal vez entonces en lo opaco encontremos la vértebra inicial


para que podamos coincidir con un gesto del universo


y ser la culminación de la densidad


Sólo así las palabras serán el fruto de la sombra


y ya no del espejo o de torres de humo


y como antenas de fuego en las grietas del olvido


serán inicialmente materia fiel a la materia


©Traducción: Verónica Aranda






CREO EN LAS PALABRAS
Traducción Nuria P.Serrano


Creo en las palabras
transparentes
que pertenecen al viento
a la sal
a latitud pura

Aquí
en mi reducto
entre ramas de aire
entre la centelleante indolencia del agua
creo en lo que nos une
en ondas vagas
apasionadamente lentas

Aquí
pertenezco al centro de la desnudez
como una gota de agua
a ras del suelo
en su inmediata y desnuda felicidad

















La noche me ha cambiado los sueños y las manos
ha dispersado a mis amigos
tengo el corazón confundido y la calle es estrecha
estrecha a cada paso
las casas nos engullen
nos ocultamos
estoy en un cuarto solo en un cuarto solo
con los sueños cambiados
con toda la vida al revés ardiendo en un cuarto solo

Soy un funcionario apagado
un funcionario triste
mi alma no acompaña a mi mano
Debe y Haber Debe y Haber
mi alma no baila con los números
tengo que esconderla avergonzado
el jefe me ha pillado con el ojo lírico en la jaula del patio de enfrente
y me lo ha descontado de la nómina
Soy un funcionario cansado de un día ejemplar
¿Por qué no me siento orgulloso de haber cumplido con mi deber?
Porque me siento irremediablemente perdido en mi cansancio

Deletreo viejas palabras generosas
Flor muchacha amigo niño
hermano beso enamorada
madre estrella música
Son las palabras cruzadas de mi sueño
palabras soterradas en la cárcel de mi vida
así todas las noches del mundo en una sola noche larga
en un cuarto solo









António Víctor Ramos Rosa (Faro17 de octubre de 1924 – Lisboa23 de septiembre de 2013)1 fue un poeta portugués, también reconocido como dibujante.
Ramos Rosa estudió en Faro, y no terminó la educación secundaria por cuestiones de salud. En 1958 publica en el periódico A Voz de Loulé el poema "Os dias, sem matéria". En el mismo año sale su primer libro O Grito Claro, n.º 1 de la colección de poesía A Palavra, editada en Faro e dirigida por su amigo y también poeta Casimiro de Brito. Además en ese año inicia la publicación de laCadernos do Meio-Dia, que en 1960 debe cerrarse por presiones políticas.
La Biblioteca Municipal de Faro lleva su nombre.

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