sábado, 27 de diciembre de 2014

2015 / EL AÑO DE LA CABRA / POEMAS de Cabras





José Watanabe



Hay que ser cabra
para vivir
en esta maraña punzante. Hay que tener lengua
de cabra
para separar con resignación pasto
de espinas
y engordar 




El bosque de espinos”José Watanabe (Laredo-Trujillo, 1946),






UMBERTO SABA 
(dos versiones)


LA CABRA 


He hablado a una cabra.
Estaba sola en el prado, estaba atada.
Harta de hierba, bañada
por la lluvia, balaba.
              
Aquel balido igual era fraterno
a mi dolor. Y contesté, primero
por broma, después porque el dolor es eterno,
tiene una sola voz y no varía.
Y yo oía esta voz
gemir en una cabra solitaria.
              
En una cabra de rostro semita
oía lamentarse cualquier otro dolor,
cualquier otra vida.


              
Versión de Jesús López Pacheco





LA CABRA

He hablado a una cabra.
Estaba sola en el prado, atada.

Harta de hierba, bañada
por la lluvia, balaba.

Aquel monóntono balido acompañaba

mi dolor. Y respondí, primero
en broma, después porque el dolor es eterno,
tiene una sola voz y no varía.
Escuchaba esa voz
gemir en una cabra solitaria.

En una cabra de rostro semita

sentía la marca de todos los males,
la queja de todas las vidas.



traducción de Ana María del Re.

lunes, 3 de noviembre de 2014

JUAN RAMIREZ RUIZ /autor de "Un par de vueltas por la realidad" (1971),"Vida perpetua" (1977) y "Las armas molidas" (1996)-

JUAN RAMIREZ RUIZ


El poeta Juan Ramirez Ruiz -autor de "Un par de vueltas por la realidad" (1971), "Vida perpetua" (1977) y "Las armas molidas" (1996)-, estuvo desaparecido durante casi ocho meses . Finalmente su familia  pudo enterarse  que Juan sufrió un accidente de tránsito en 2007  en Trujillo y  fue enterrado en una tumba como NN porque no portaba documentos. Durante meses, la familia con ayuda de la Policía Nacional buscó en diversos sitios al poeta, pero sin éxito.


Un peritaje dactiloscópico  determinó que un cuerpo que figuraba como NN respondía a las características del poeta. Al exhumarse el cadáver, se determinó que eran los restos de Juan Ramirez Ruiz El poeta murió instantáneamente atropellado por un omnibús de la empresa América Express, en el distrito de Virú (Trujillo), en horas de la noche. Tras ocurrir el fatal accidente, la empresa cubrió con el sepelio y enterró el cadáver en una tumba NN 















LAS ARMAS MOLIDAS / Arteidea Ediciones / 234 páginas / 1996 / Perú



EL CANTO

PRIMERA PARTE (frag. )






I

1. Incluso con los muertos que tienen sitio
y no lugar
falta un hombre - falta un hombre -
están  van  dicen  dibujan
y desde sin -
con el viento cazador de casas fugitivas
otra vez el eco repite : falta un hombre -
falta un hombre - falta un hombre ...


2. Pero a quién entonces pertenece esta huella que gotea
en valles y pistas
un verdor ardiente y perfumado - a quién pertenece
la voz reside en cada cuerpo
y se hospeda entre los astros - ¡ a quién !


2.1 De quién es la mente y la mano que golpea
al cielo sordo y a la tierra muda!......


2. De quién sino del hombre que vestido
con camisa blanca
pantalón y zapatos negros
viene semilla de un torrente de raíces
o ramillete de núcleos
encendiendo el ojo de los días fragantes :


2. 3 ¡ ...No - no falta tal hombre - no - no falta
el hecho inacabable que respira !...


3. Trajeado también en - con cavernas al revés
( siempre el repartido)
siembra en el sur
y va - viene en el rumbo
tocando el agua inmóvil
en la piedra que se va....

....................

El libro completo en :

www.churoncalla.com/files/las_armas_molidas.pdf

http://www.churoncalla.com/files/las_armas_molidas.pdf
















UN PAR DE VUELTAS POR LA REALIDAD
EDIC. DEL MOVIMIENTO HORA ZERO
PERÚ 1971






PARADERO (frag. )



Está lloviendo ahora sobre toda esta ciudad y
son las 12.30 p.m a lo largo y ancho del meridiano de Grenwich
y yo he crecido entre gente que es jóven y gente que ya no es joven
entre autos, papeles bond o bulky ,
                       artefactos y escaleras
artefactos y clientes. Y avisos de la desesperación o la locura
He crecido sobre esta ciudad
                   y hace 24 años esta ciudad sabe mi peso
( Aquí la noche del 14 de mayo
me enteré que he tenido un aire puro
porque alguien lo dijo entre botellas de pisco de Ica
                         con rabia y para insultarme )
y yo no salgo a la calle a repartirme como obsequio.
Por las calles de mi país camino con un sonido.
Y ........






El libro completo en se encuentra en formato electrónico.










Juan Ramírez Ruiz, conspicuo representante de la poesía peruana surgida en la década de 1970, nació en Chiclayo (Lambayeque) en 1946. Víctima de un accidente de tránsito, falleció en junio del 2007. Estuvo desaparecido durante 8 meses hasta que la Policía logró encontrar su cuerpo.1
Junto con Jorge Pimentel fundó el Movimiento Hora Zero que es reconocido como el mayor esfuerzo para democratizar la poesía en el Perú y, también, en Latinoamérica. Ambos poetas suscribieron el Manifiesto Palabras Urgentes  que fue, en realidad, la partida de nacimiento del proyecto que junto a muchos otros poetas y artistas pusieron en práctica.
Junto con Jorge Pimentel, Ramírez Ruiz también postuló la estética del Poema Integral (enarbolada por primera vez en Kenakort y Valium 10 de Pimentel, y en las primeras entrevistas realizadas a ambos), explicada posteriormente en el ensayo que apareció como una suerte de colofón de su Libro Un Par de Vueltas por la Realidad (1971); allí el poeta lambayecano explica las características principales de la nueva poética, que se convirtió en uno de los principales aportes del Movimiento Hora Zero. Tiempo después Ramírez Ruíz se apartó de Hora Zero y denunció a sus ex correligionarios de claudicación y de "compartir irresponsablemente el festín de la vida que el orden ofrece a unos pocos." ("Palabras Urgentes N° 2"). Publicó, además del libro mencionado, Vida perpetua (1978) y Las armas molidas (1996).









miércoles, 29 de octubre de 2014

MARTÍN ADÁN / Mi vida ha sido un constante error! No he hecho más que errar!

MARTÍN ADÁN

"Mi vida ha sido un constante error! No he hecho más que errar!"






LA CASA DE CARTÓN (frag. )


Mi primer amor tenía doce años y las uñas negras. Mi alma rusa de entonces, en aquel pueblecito de once mil almas y cura publicista, amparó la soledad de la muchacha más fea con un amor grave, social, sombrío, que era como una penumbra de sesión de congreso internacional obrero. Mi amor era vasto, oscuro, lento, con barbas, anteojos y carteras, con incidentes súbitos, con doce idiomas, con acecho de la policía, con problemas de muchos lados. Ella me decía, al ponerse en sexo: Eres un socialista. Y su almita de educanda de monjas europeas se abría como un devocionario íntimo por la parte que trata del pecado mortal.
(...)
Mi segundo amor tenía quince años de edad. Una llorona con la dentadura perdida, con trenzas de cáñamo, con pecas en todo el cuerpo, sin familia, sin ideas, demasiado futura, excesivamente femenina... Fui rival de un muñeco de trapo y celuloide que no hacía sino reirse de mí con una bocaza pilluela y estúpida. Tuve que entender un sinfín de cosas perfectamente ininteligibles. Tuve que decir un sinfín de cosas perfectamente indecibles. Tuve que salir bien en los exámenes, con veinte - nota sospechosa, vergonzona, ridícula: una gallina delante de un huevo-. Tuve que verla a ella mimar a sus muñecas. Tuve que oirla llorar por mí. Tuve que chupar caramelos de todos los colores y sabores. Mi segundo amor me abandonó como en un tango: Un malevo...
Mi tercer amor tenía los ojos lindos, y las piernas muy coquetas, casi cocotas. Hubo que leer a Fray Luis de León y a Carolina Ivernizzio. Peregrina muchacha... no sé por qué se enamoró de mí. Me consolé de su decisión irrevocable de ser amiga mía después de haber sido casi mi amante, con las doce faltas de ortografía de su última carta.
Mi cuarto amor fue Catita.
Mi quinto amor fue una muchacha sucia con quien pequé casi en la noche, casi en el mar. El recuerdo de ella huele como ella olía, a sombra de cinema, a perro mojado, a ropa interior, a repostería, a pan caliente, olores superpuestos y, en sí mismos, individualmente, casi desagradables, como las capas de las tortas, jenjibre, merengue, etcétera. La suma de olores hacía de ella una verdadera tentación de seminarista. Sucia, sucia, sucia... Mi primer pecado mortal. 
"







"No se vive por razones. Se vive por sentimientos. Se vive por instintos. Yo no creo que se viva por razones."

Poemas Underwood


Prosa dura y magnífica de las calles de la ciudad sin inquietudes estéticas.
Por ellas se va con la policía a la felicidad.
La poesía gafa de las ventanas es un secreto de costureras.
No hay más alegría que la de ser un hombre bien vestido.
Tu corazón es una bocina prohibida por las ordenanzas de tráfico.
Las casas rumian sus paces de buey.
Si dejaras saber que eres un poeta, irías a la comisaría.
Límpiate de entusiasmos los ojos.
Los automóviles te soban las caderas, volviendo la cabeza.
Cree tú que son mujeres viciosas. Así tendrás tu aventura y tu sonrisa para después de la cena.
Los hombres que tropiezan tienen la carne encallecida de oficina.
El amor está en cualquier parte, pero en ninguna está de otro modo.
Pasaban obreros con los ojos resentidos con la tarde, con la ciudad y con los hombres.
¿Por qué había de fusilarte la Checa? Tú no has acaparado sino tu alma.
La ciudad lame la noche como una gata famélica.
Y tú eres un hombre feliz, quizá el único hombre feliz.
Tienes camisa y no tienes grandes pensamientos de ninguna clase.
Ahora siento cólera contra los acusadores y los consoladores.
Spengler es un tío asmático, y Pirandello es un viejo estúpido, casi un personaje suyo.
Pero no he de enfurecerme por pequeñeces.
Mil cosas han hecho los hombres peores que sus culturas: las novelas de Víctor Hugo, la democracia, la instrucción primaria, etcétera, etcétera, etcétera, etcétera.
Pero los hombres se empeñan en amarse los unos a los otros.
Y, como no lo consiguen, acaban por odiarse.
Porque no quieren creer que todo es irremediable.
La polis griega sospecho que fue un lupanar al que había que ir con revólver.
Y los griegos, a pesar de su cultura, fueron hombres felices.
Yo no he pecado mucho, pero ya sé de estas cosas.
Bertoldo diría estas cosas mejor, pero Bertoldo no las diría nunca. Él no se mete en honduras –y está viejo, quiere paz y hasta apoya a los moderados.
El mundo no está precisamente loco, pero sí demasiado decente. No hay manera de hacerle hablar cuando está borracho. Cuando no lo está, abomina de la borrachera o ama a su prójimo.
Pero yo no sé sinceramente qué es el mundo ni qué son los hombres.
Sólo sé que debo ser justo y honrado y amar a mi prójimo.
Y amo a los mil hombres que hay en mí, que nacen y mueren a cada instante y no viven nada.
He aquí mis prójimos.
La justicia es unas estatuas feas en las plazas de las ciudades.
Ninguna de ellas me gusta ni poco ni mucho -no son diosas ni mujeres.
Yo amo la justicia de las mujeres sin túnica y sin divinidad.
En punto a honradez, no soy de los peores.
Como mi pan a solas, sin dar envidia a mi prójimo.
Nací en una ciudad, y no sé ver el campo.
Me he ahorrado el pecado de desear que fuera mío.
En cambio deseo el cielo.
Casi soy un hombre virtuoso, casi un místico.
Me gustan los colores del cielo porque es seguro que no son tintes alemanes.
Me gusta andar por las calles algo perro, algo máquina, casi nada hombre.
No estoy muy convencido de mi humanidad; no quiero ser como los otros. No quiero ser feliz con permiso de la policía.
Ahora en las calles hay un poco de sol.
No sé quién se lo ha llevado, qué mal hombre, dejando manchas en el suelo como un animal degollado.
Pasa un perrito cojo –he aquí la única compasión, la única caridad, el único amor de que soy capaz.
Los perros no tienen Lenin, y esto les garantiza una vida humana pero verdadera.
Andar por las calles como los hombres de Pío Baroja –(todos un poco perros)–.
Mascar huesos como los poetas de Murger, pero con serenidad.
Pero los hombres tienen posvida.
Por eso dedican su vida al amor del prójimo.
El dinero lo hacen para matar el tiempo inútil, el tiempo vacío…
Diógenes es un mito –la humanización del perro.
El anhelo que tienen los grandes hombres de ser completamente perros. Los pequeños hombres quieren ser completamente grandes hombres, millonarios, a veces dioses.
Pero estas cosas deben decirse en voz baja –siento miedo de oírme a mí mismo.
Yo no soy un gran hombre –yo soy un hombre cualquiera que ensaya las grandes felicidades.
Pero la felicidad no basta a ser feliz.
El mundo está demasiado feo, y no hay manera de embellecerlo.
Sólo puedo imaginarlo como una ciudad de burdeles y fábricas bajo un aletazo de banderas rojas.
Yo me siento las manos delicadas.
¿Qué soy, qué quiero? Soy un hombre y no quiero nada.
O, tal vez, ser un hombre como los toros o como los otros.
Tú no tienes las ojeras demasiado grandes.
Yo quiero ser feliz de una manera pequeña. Con dulzura, con esperanza, con insatisfacción, con limitación, con tiempo, con perfección.
Ahora puedo embarcarme en un trasatlántico. E ir pescando durante la travesía aventuras como peces.
Pero ¿a dónde iría yo?
El mundo me es insuficiente.
Es demasiado grande, y no puedo desmenuzarlo en pequeñas satisfacciones como yo quiero.
La muerte es sólo un pensamiento, nada más, nada más…
Y yo quiero que sea un largo deleite con su fin, con su calidad.
El puerto, lleno de niebla, está demasiado romántico.
Citeres es un balneario norteamericano.
Los yanquis tienen la carne demasiado fresca, casi fría, casi muerta.
El panorama cambia como una película desde todas las esquinas.
El beso final ya suena en la sombra de la sala llena de candelas de cigarrillos. Pero ésta no es la escena final. Pero ello es por lo que el beso suena.
Nada me basta, ni siquiera la muerte; quiero medida, perfección, satisfacción, deleite.
¿Cómo he venido a parar en este cinema perdido y humoso?
La tarde ya se habría acabado en la ciudad. Y yo todavía me siento la tarde.
Ahora recuerdo perfectamente mis años inocentes. Y todos los malos pensamientos se me borran del alma. Me siento un hombre que no ha pecado nunca.
Estoy sin pasado, con un futuro excesivo.
A casa…

Ramón Rafael de la Fuente Benavides,Lima 1908-1985 Poeta peruano cuya obra destaca por su hermetismo y hondura. Es considerado además como uno de los grandes representantes de la literatura vanguardista latinoamericana.Culto y poliglota.


lunes, 27 de octubre de 2014

RUY BELO / EL CORRER DE LOS DÍAS

RUY BELO /
 EL CORRER DE LOS DÍAS 




Ruy Belo 
El correr de los días (fragmento)

Escribir significa para mí morir poco a poco, anticipando el definitivo regreso al humus. Escribo tal como vivo, como deseo languidecer. En cada palabra me suicido, en cada palabra puedo cambiar el orden y la armonía. Escribir es matar y matarme.
La poesía es un acto de insubordinación a todos los niveles, desde el nivel lingüístico como herramienta comunicativa hasta el nivel de conformismo en connivencia con el orden establecido. 
"

El Poder de la Palabra
epdlp.com



Ruy Belo La senda de la poesía (fragmento)

Hacer un poema es en el fondo es un acto de humildad, es dejar a un lado los suspiros, las actitudes, olvidarse de movimientos y tendencias, de amigos y de aquella madrina que deposita grandes esperanzas en nosotros, e inmolar a determinadas palabras toda la poesía posible. "

El Poder de la Palabra
epdlp.com

Ruy Belo Asentamiento

En tu amor por mí hay una calle que comienza
Ni árboles ni casas existían
antes que tuvieras palabras
y todo un corazón fuese para ellas
Te invento y el cielo azulea sobre esta
triste condición de tener que recibir
de los chopos donde cantan
los pájaros imposibles
la nueva primavera
Suenan campanadas y levantan el vuelo
todos los cuidados
Oh mi amor, ni mi madre
tenía un regazo así
como tiene este día
Y llego y me siento al lado
de la primavera. 
"

El Poder de la Palabra
epdlp.com


 Escritor portugués. Se doctoró en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana de Roma y se licenció en Derecho en Lisboa. Como poeta, publicó Aquele Grande Rio Eufrates (1961), O Problema da Habitação - Alguns Aspectos (1962) y A Margem da Alegria (1974) y, como crítico, La senda de la poesía (1969). Su lenguaje poético establece un equilibrio entre el carácter reflexivo, derivado de vivencias religiosas o metafísicas; el aprovechamiento de técnicas discursivas de vanguardia; y una percepción aguda de la realidad. Sus imágenes se centran en la ciudad, ligadas a preocupaciones solidarias o a la evocación de la infancia y de la muerte, a través de una hábil utilización irónica del lenguaje cotidiano o de la referencia cultural.  © eMe
http://afterpost.wordpress.com/tag/ruy-belo/
http://afterpost.wordpress.com/tag/el-problema-de-la-habitacion/

Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré 
Génesis, 26, 3
Wer jetzt kein Haus hat, baut sich keines mehr 
[Quien ahora no tenga casa, ya no la construirá]
Rainer Maria Rilke
O problema da habitação. Alguns aspectos (1962). El problema de la habitación. Algunos aspectos (2009). 47 años separan el poemario del portugués Ruy Belo de su reciente traducción al español. Da que pensar, sobre todo teniendo en cuenta el tremendo peso poético que tuvieron sus versos en Portugal durante las décadas de los 60 y 70, y que hoy, transcurrido mucho tiempo desde su muerte, continúan teniendo.
Es difícil asimilar un clásico de la poesía de nuestro país vecino como si de un poeta novel y desconocido se tratase. Da que pensar: en las fronteras, en las limitaciones lingüísticas, en esa peligrosa e imperceptible distancia que produce siempre la proximidad. En todo esto hay una reflexión no sólo editorial, sino también cultural, donde la poesía se margina casi hasta el olvido. Precisamente esta demora en la traducción es también, como manifiesta el título del poemario, un claro ejemplo de problema de habitación: los largos poemas de Belo se rehacen en lengua española para, al final, hacerse hueco y tener un nuevo lugar que frecuentar en la poesía escrita en español. De alguna manera, Ruy Belo se localiza de nuevo: Ediciones sequitur, Madrid 2009. Y en ese sentido trashumante en el que se lee el verso-a-verso de estos poemas, podemos reivindicar su necesaria traducción: el sentido de la poesía es siempre un sentido por hacer (Jean-Luc Nancy), idea que Belo, -junto a otros poetas portugueses sí traducidos como Herberto Helder, Luzia Neto Jorge o Carlos de Oliveira-, expresa mediante una alta labor estética, la de conocer distintamente una realidad que se agota. Ahora, en español, se leen sus poemas como en 1962: con aquella misma insatisfacción y esa batalla contra la permanencia bajo la soledad de lo habitual. Pero –qué duda (ontológica) cabe- con una resistencia mayúscula por seguir existiendo, en este caso bilingüemente. Al igual que en la cita que encabeza el libro (É obrigatória a inscrição no registro civil dos factos essenciais relativos ao individuo… nomeadamente dos nascimentos, casamentos e óbitos. Art.º 2.º do decreto-lei de 18/2/1911), doy cuenta de su nuevo registro poético para que así conste a efectos legales: ISBN 978-84-95363-50-3.
Una especie de celebración: Y la alegría es una casa demolida. Comienza, de nuevo, El problema de la habitación para Ruy Belo.
De muy lejos venida, inviable recuerdo
indeciso en las manos o consentido
por alguna imposible infancia
Y la alegría es una casa recién-construida.
.
La mudanza, en el aspecto inmobiliario, es una rara mezcla de trabajo tonto y de alegre cansancio. En el ámbito poético, la habitación es, paradójicamente, un trasiego entre verso y verso, entre espacios y lugares, entre tiempo y otros tiempos. Y las sensaciones se hacen efectivamente variables: la alegría hace las veces de tristeza, el trabajo es la ceremonia del día a día. El poeta se sabe nómada, aunque nunca lo reconoce: allá donde la vida multiplica el paisaje / y la naturaleza acepta humanos movimientos. Ruy Belo se da origen no en un lugar, sino en cada uno de los lugares por los que transita su voz. Por eso, el lugar del poeta portugués es la totalidad del poema mismo que, a través de unos versos de largo recorrido, deja en entredicho a la patria poética enunciada por Heidegger respecto a Hölderlin en sus famosas Aclaraciones a la poesía de Hölderlin. El entredicho, según las ideas de Eduardo Milán, es donde el poeta reside, un medio que en este poemario se muestra en tanto que ciudad cotidianamente en construcción (o en estaciones de transición: otoño y primavera, con habitantes, con turistas y ruidos de fondo). El deseo de una habitación para el poeta se ve abocado a una convivencia dondedepositamos en los vecinos cimientos, por lo que este entredicho es, de alguna manera, un mediar palabras y un compartir gestos. El yo cimentado en el otro. La soledad andamiada por la sociedad. Belo no busca, pues, una tierra original que habitar ni acercarse a la esencia divina (de la que habla siempre, aunque desde una religiosidaddes-medida: la distancia insalvable entre cielo y tierra, que es la misma que separa la altura de los árboles de los ojos del poeta y estos del poema que se escribe en una hoja); su tragedia –si se entiende en términos de resistencia sobre el vacío- es en Belo recreativa: frente a la estancia, per-vivencia; ante la soledad, la reflexión (de las sensaciones íntimas) y escritura (de los espacios sociales). Intentar formas de habitar y ser habitado:
[…] o cómo convertir a Dios a nuestra inmaculada vida?
Casi tan agradable como en el invierno meter los pies
fríos en la cama
u oír por la mañana resoplar a la excavadora número seis
y despertar a los funcionarios del sindicato de enfrente
Tan modestos subsidios para una rudimentaria teoría del
envenenamiento
En un ensayo titulado “O correr dos dias”, el poeta portugués inventa esta teoría del envenenamiento como refutación de su escritura poética: «[…] escrever é para mim morrer um pouco, anticipar o regresso definitivo à terra. Escrevo como vivo, como amo, destruindo-me. Suicido-me nas palavras. Violento-me. Altero uma ordem, uma harmonia […] Ao escriver mato-me e mato. A poesia é um acto de insubordinação a todos os níveis, desde o nível da limguagem como instrumento de comunicação, até ao nível do conformismo, da conivência com a ordem, qualquer ordem establecida». En ese sentido, el problema de la habitación de Belo alcanza fuertes posiciones críticas -léase políticas- respecto a la sociedad aburguesada y católica en la que se encuentra instalado, donde De las casa de las mejores familias de la ciudad / sube al caer de la tarde el complejo perfume / de las oraciones transpiraciones defecaciones. Por otro lado, el planteamiento de este problema toca techo en valores metafísicos con el binomio vida-muerte (y el mundo transitado de por medio: Nacemos y morimos y está el mismo sol ahí fuera), claro correlato de otro binomio, creación-destrucción: la alegría es una casa recién-construida // la alegría es una casa demolida // No hay ya más hoja o casa o alegría en donde habitar. Es decir, la muerte (también en metáforas otoñales), como la vida (el renacer de la vida en la primavera de los árboles), es un estado en transición, un eterno ir y volver que sincroniza tiempo y espacio en el (tópico e inefable) instante.
.
A través estas tres dimensiones (política, metafísica y estética), el poeta portugués erige un estado de incertidumbre/esperanza que nunca progresa, si no es en forma de una melancolía tácita que bien resume versos como llegamos tarde y la poesía es vieja oTodos los males nos vinieron contigo, poesía, confirmación de una tradicional labor poética por la que el propio Belo pasa una y otra vez en la construcción-deconstrucción de sus propios poemas: cuantiosas referencias a versículos bíblicos en latín y de la Eneida de Virgilio, así como nombres de ciudades históricas o míticas tales como Patmos, Troya, Roma, Babilonia, etc. Acción ésta, como antes se apuntó, re-creativa, una intertextualidad que abre pasajes comunicativos entre la tradición literaria latina y los poemas de Belo bien referenciados, sobre todo, en sus títulos. Aquí la tradición es un lugar de paso, un lugar donde habitar trans-versalmente.
Feliz aquel que administra sabiamente
la tristeza y aprende a repartirla entre los días
Pueden pasar los meses y los años y nunca le faltará
[…] Pero, poeta, administra la tristeza con sabiduría
Belo bien podría haberse hecho la misma pregunta de Heidegger de ¿para qué poetas en tiempos de penuria?, aunque él, asumida esa penuria (por no decir saudade), sencillamente la reduce: Y yo ¿qué canto?, a lo que él mismo responde con su escritura, con unos versos finales: quizás cantar sea el último recurso y, en otro poema, […] tal vez el fin (o el principio) de los hombres y de los seres.
Maneras de habitar sobre la marcha.
ANTONIO J. ALÍAS.

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/portugal/ruy_belo.html#sTEXTOS EN ESPAÑOL
Tradução de Xosé Lois García

            Empleo y desempleo del poeta

         Dejad que en sus manos crezca el poema
         como el sonido del avión en el cielo sin nubes
o en el sordo verano las mañanas de domingo
No le digais que es mano de obra y además
que el tiempo no está para la poesía

Publicar versos en periódicos que tiran millares
tal vez hasta algunos millones de ejemplaes
¿habrá algo que se le compare?
Grandes mujeres como semíramis
publia hortênsia de castro o victoria colonna
todas aquellas que más intimamente murieron
no hicieron tanto por inmortalizarse

Oh qué agradable es ver a un poeta en ejercicio
llegar incluso a hacer versos por encargo
versos que al leerlos el más astuto crítico en vano buscaría
quién evitase la guerra mayúsculas-minúsculas mejor
Bastante más que la armonía entre los hermanos
El poeta en ejercicio es como aceite precioso derramado
en la cabeza y em la barba de Aaron

Llorad profesionales de la caridad
por el pobre poeta retirado
que ya no sabe a donde ir a buscar los versos
oh que largos son para él los días
ni sabe donde poner las manos


Elogio de la amada

Miradla ubérrima numerosa escogida
secreta llena de pensamientos exenta de cuidados
Viene sentada en la nueva primavera
Cercada de sonrisas en el regazo lírios
ojos hechos de sombra de viento y de momento
ajena a estos días que yo nunca consigo
Le muerde el tiempo en la faz las raíces de la risa
comienza más allá de ella a ser lejos
La amada es la infancia que viene a mí
Hay pájaros antiguos en los límpidos caminos
y muertos como antes nunca más
Miradla cómo se extiende amplia como una patria
en el umbral de nuestra indiferencia
Nuestros atrios son para sus pies solitarios
todos nosotros olvidamos la casa de los padres
ella llena de días nuestras manos vacías
El dolor está en ella hasta que dios comienza
yo bien le siento el talón del amor
¿Qué importa ser de una sola mañana y no haber en cambio
árbol más azotado por los diversos vientos?
¿Qué importa dividirnos en un desmoronamiento de ponientes?
Más triste incluso es la vida donde otros pasarán
multiplicándole la ausência ?qué importa
si donde ponemos los pies es primavera?


Mi tarde

Dispongo del viento del sol dispongo del árbol
tengo pájaros tengo niños
tengo incluso a mi disposición el mar
tal vez con todo esto pueda formar una tarde
una tarde azul y calmada donde me pueda refugiar
Pero ¿y las ideas las doctrinas los problemas?
Si no resolví aún el problema de la uña del dedo meñique
¿cómo pretender Haber resuelto el mínimo problema?
¿Y las ideas que sólo sirven para dividir?
Las ideas tienen húmeros innúmeros
y es difícil caminar en medio de la multitud
Podría decir (pero no me deja descansando):
Soy joven. Tengo por tanto la razón de mi lado
Dejad a los pájaros cantar a los niños jugar
el tiempo no urge el corazón no arde
¿Quién soy? Yo sólo y mi tarde
Los niños con sus vocês blancas
rayan alegremente el cielo azul
pasan las aves con su vuelo rasante
desde sá de miranda hasta jorge de sena
Y el tiempo pasa así. Soy yo y el pasado
Era joven. No tengo la razón de mi lado



Poemas extraídos de HORA DE POESIA 27/28 Año 1983. “Antología de la actual poesia portuguesa”, volume cedido pelo poeta Aricy Curvello para a Biblioteca Nacional de Brasília, reprodução com a autorização do tradutor Xosé Lois García.