VIERNES SANTO
Ahora tengo mi propia actividad litúrgica:
a horas de la pasión..., la muerte, pero no creo
en la resurrección.
Me confieso desesperado desde tu ausencia.
Habremos comenzado, como la cuaresma,
un miércoles de ceniza?
Están nuestros cuerpos macerados
por el polvo?
Cuarenta días saben poco para esta historia.
Ayer, en nuestra eucaristía, faltó el sacerdote
que celebrara el sacramento
“para perpetuar en los tiempos venideros, hasta su segunda venida,
el sacrificio de la Cruz”
quizá porque sabe que nunca segundas partes
fueron buenas.
Ahora, cada uno y a su modo,
pende de su propia cruz.
Nuestra vigilia pascual
tendrá sólo el alcohol triste de la noche
y la feroz resaca de un domingo como todos.
NOVEDAD 2013. MATERIALISMO DIALÉCTICO
foto: Alicia Gallegos |